Carta a una niña

 Quizás es difícil pensar en estos momentos tan ilusos

Que algún día voy a tocar el sol con mis propias manos 

Quizás es hasta difícil predisponerse a las cosas buenas 

Y inevitablemente el sagrado dolor estará siempre a mi lado 


No es hermoso que yo sepa de antemano que me esperan el llanto, la risa y la longitud de la vida es su máximo esplendor? 

Que el resplandor del sol y el viento en mi rostro determinan la osadía de sentirse libre y querida? 

Que acaso la noche no llega con insomnios ni tristezas y más bien se antepone el coraje de sentirse viva, inútil seguro pero sin vergüenza alguna también una es una fortaleza 


De todas formas, 


La niña que soy es una ilusión de alegría y carácter 

Y mañana tal vez seré musa de músicos poco agraciados 

Y mañana tal vez seré abrazo de algún perdido en el abismo 

Pero seguro seré las mejores imitaciones de la mujer que pretendo ser hoy 


Si mañana no me encuentro en mi casa, no me busquen en las calles continuas 

Mejor descubre el encanto de pensar que puedo estar en otro lado 

Esperando ese encuentro inevitable entre el recuerdo y la libertad de ser una inexorable, al fin y al cabo. 


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