No podrán robarnos la alegría

La tristeza, compañero
Siempre vuelve, siempre alarma
Como un pie al lado del abismo,
enderezo mi cuerpo y doy batalla larga al olvido
pero la tristeza, compañero
cala en el hueso, emprende osadía en mi,
circula por afluentes que llegan al abismo de mi mismo
y ahí me encomiendo la única y plena respuesta
de dar pelea

Pero hoy no es la noche
hoy no llora el santo
no hay lugar para cortejos ni despedidas
Hoy empuño mi existencia, y hago lírica con el deseo
Arraigo fuerte, hoy no cavilo distracciones
Hoy me consolido entera, enterísima
y canto con la alegría la más hermosa armonía

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta a una niña

Atardece

Resumen de una crisis prometida