Mucha ropa.

Hoy voy a dedicarme a escribir un post sobre mi ropa. Sobre todo la ropa que tengo en mi armario (provisorio) y que logra que mi maleta esté cada vez al borde de la explosión.
Comencemos con que me puse a ordenar ropa encima de mi cama (provisoria) y era tanta, de tantos estilos, colores, diseños, etc., que me di cuenta que no me falta ropa, y lo que es mejor, tengo tanto para combinar como para elegir de que forma quiero salir a la calle. Tengo absolutamente todo tipo de prendas, y la variedad es genial.
Por ende, he notado que en estos dos años de independencia en que todo comenzó con un "Hola mamá, me largo de casa" para irme a lo de mi papá para luego decirle "Hola papá, creo que me largo de casa" y terminar viviendo en una pensión de mala muerte entre prostitutas adictas al crack, venta de drogas y llantas de auto, lo que más he hecho, es gastar en ropa; ropa que me identifica; ropa que me pongo para ser diosa, para sentirme bien, para ser Nataly, y lo más divertido, la Nataly que quiera ser en los momentos oportunos (para mi conveniencia), por que sí, siempre tenés que guardar ese trajecito de enfermerita que te compraste en Erótica cuando cumpliste 18 para sentirte rockera.
Repito, estoy hablando de una variedad de prendas que rondan en mi armario (provisorio) que como ya notaran por el estilo de vida que estoy llevando, siempre terminan en mi maleta.
Estoy orgullosa de tal reliquia que poseo, dicese de la millonada de prendas que mantengo en mi poder.
Realmente, estoy hablando de todo tipo de prendas que puedo mezclar, superponer, meter al lavarropas, reciclar, etc. Porque destaquemos que claramente, soy una buena recicladora de ropa, y me doy el merito de considerarme ya desde mi pre-adolescencia como una gran fabricante de vestimenta y emprendedora de estilos.
Tengo polleras a acuadrillé, tengo polleras de bailanta que termino modelando en alguna tarima de Cain como buena putona, tengo polleritas tiro alto, polleritas de sweetie girl, de todo, para ser la Nataly que quiera todo el tiempo, y ponérmelas con botas de ·diva de la noche·, con championes converse jurando Avril Lavigne, whatever.
También superpongo y me termino poniendo la pollera sobre el short sobre la calza sobre la tanga negra de encaje AH PORQUE SÍ mami, la ropa interior es clave. Ah bueno, sí, debería conseguirme un laburo, pero la cuestión es que quería compartir con mis lectores la situación actual de mi maleta viajera y peregrina como su dueña (ojalá un día pueda visitar el Machu Picchu como ustedes) que está al borde de la colisión de la que van a salir volando medias de redes por un lado, blazers con pins de Nirvana por otro y toda esa colección de ropa que me ven usar cuando es domingo y cruzo hasta el Tata de Roxlo después de dos días sin bañarme con el vestido este que me siento la versión rancia de Isabelle de The Dreamers porque en realidad me parezco al Dude de El Gran Leboswki.

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