Día miércoles

Me parece que lo más importante son las percepciones.

Digo, sí al momento lo armo y/o lo genero yo, entonces tengo la total responsabilidad de como lo vivo y lo sigo, lo desarrollo y lo armo.
Puedo estar teniendo problemas menores, o problemas mayores, o estar en un momento de mi vida calmo, o con revuelos de tantas cosas que van y vienen y tantas que se quedan, para siempre.
Pero el ojo con el que las miro, y las palabras y acciones con las cuales afirmo como tal situación está volcándose en mi vida depende plenamente de mi, no solo por la responsabilidad que tiene mi existencia sobre mis brazos, si no porque también soy la primer testigo certificada de todo lo que vivo, viví y estoy viviendo.
Y no me parece menos importante decir que el respeto que tengo por mi vida, mis tiempos, y mi intimidad conmigo misma es algo a lo que me reservo el derecho de admisión a cualquiera que no sea yo, sumando también a mis pies, mis manos y todas las partes de mi cuerpo que hayan sentido de una u otra manera las situaciones, los abrazos, los besos, los gritos, las risas y los llantos, en este pasar por la senda en la que elijo querer y respetarme, a mi y a los otros, con la grandeza del momento, con la visión necesaria para aprender a ver, tanto uno solo, como acompañado. Con la conciencia tranquila, con muchas dudas pero muchos trucos para contestarlas, y con la tranquilidad necesaria para hacer feliz a los otros y a uno mismo.

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