Proezas amorosas en tiempos de cólera

La verdad que esta noche
Me encantaría que me lleves a tu casa

Me hubiera encantado que me dijeras
Que me voy contigo
Que me desvestís
Que me haces tuya
Y luego ya solos sencillamente nosotros

Me quedo rota mirando tu mirada de niño en tus ojos
Y me quiebro aún más cuando noto mi empatía ahogándose en la tuya, en tu tristeza
Apenas paso mi mano por tu pelo, ya estoy a punto de ser tuya
Pero me consolido en mi propia firma
Y me encuentro en mis propias convicciones
Te doy tu espacio, me doy el mío
Y me despido

Ojalá mañana estemos enteros

Y una brisa nos susurré al oído poemas de primavera
Mientras mi abrazo te vuelve menos solo
Y te lleno el cuerpo de caricias mientras me consume tu cariño, dulce mío

Ya hoy la parada del ómnibus quedó sola y aparentemente melancólica

Ya mañana florece una flor y te encuentro en la esquina de mi vida
Con la bienvenida de nuevo a mi casa
El sexo, las plantas, los gatos, el faso

Te respiro, te huelo, luego te seduzco, me acerco lentamente y ya sos mío
Me buscas, me miras, me agrada, caigo en tus brazos

Y ahí vamos, sintiendo el suelo mientras nos vamos un poco al cielo con deslumbres de la fantasía
Fantasía nuestra de amores en tiempos de locuras colectivas

El cuarto y la azotea ya son nuestras
Así que no hay problema en volver
Las volvimos eternas para nosotros unas tardes atrás

No necesitamos cortejo, amor mío
Te miro y me miras y ya somos cómplices otra vez 

Y por si hoy fuí demasiado, te espero siempre en nuestro silencio
Para ser nosotros, íntimos, uno solo y apenas dos...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta a una niña

Atardece

Resumen de una crisis prometida