Objeciones Contra La Cordura Vol. I

El efecto mariposa llega a todos los rincones de esta casa.
-
Hoy preparé la cena. Ravioles de verdura con salsa muy condimentada. Ya van a ser las 23 hrs. Miro el techo, y luego observo detenidamente mi habitación en busca de algún indicio pasado, de alguna mueca de alguna que fui antes de ayer.
-
No me preocupo demasiado cuando llega la noche y me doy cuenta que estuve todo el día hablando sola, y que si no podía ser peor, había encontrado compañía en mi computadora para despilfarrar el poco almacenamiento que me queda en la mente.
-
Es como un mantra frente al miedo. Me quedo inmensa e intocable en una fracción tan frágil y determinada del tiempo a ser incesante. A ser fuerte.
-
No hay duda. Estoy realizada para hoy para mañana. Si el pasado quiere revancha, solo despliego mi memoria. No puedo ser de nadie más que el tiempo. Es inmutable esta entrega a mi advenimiento.
-
Soy mis manos palpando el arbol del fondo de mi casa cuando tenía 10 años, en esa longitud de mi percepción que evacua incertidumbres, y se evapora en un soplo de existir.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Carta a una niña

Atardece

Resumen de una crisis prometida